Marta Oncina Rosendo. UPA Madrid
Casi 10.000 explotaciones de leche han desaparecido en los últimos 7 años, lo cual quiere decir que 4 familias al día han perdido su forma de ganarse la vida.
La actividad ganadera de leche a parte de ser muy esclava, ya que no existen ni domingos, ni vacaciones, ni días de descanso en general, no es rentable. Cuesta dinero dedicarse a ello. Y yo me pregunto ¿la ganadería de leche no es una forma de ganarse la vida? Siento decir que ahora NO. Producir un litro de leche de vaca cuesta de media unos 0,55 € y la venta de ese mismo litro produce unos ingresos de 0,32 € aproximadamente. La situación es insostenible.
Una de las causas que pone a esta actividad al borde del precipicio es la ausencia de influencia en el precio por parte del productor. El ganadero o ganadera no interviene en ningún momento en la cuantía que percibe por el producto. A la industria le da igual que los costes de producir un litro de leche suban, se encarga el productor de asumirlos porque cuenta con muchas desventajas frente al intermediario entre las que está, por ejemplo, el que se trate de un producto perecedero que si no lo vende al precio que le ofrecen lo tiene que tirar, en cuyo caso ya no estaríamos hablado de un déficit de 0,23 € por litro si no de 0,55 €. Por otro lado, está la Comisión Nacional de la Competencia que evita cualquier amago de fijación de precios mínimos, eso sí, al más débil porque la industria representa el bando dominante que marca el precio que quiere.
En este sentido, es necesario tener en cuenta que los ganaderos, años atrás, invirtieron en la modernización de sus explotaciones embarcándose en préstamos que en esta situación tan crítica no pueden afrontar. Es decir, que a la falta de rentabilidad de la actividad debido a que los gastos son superiores a los ingresos hay que sumarle el endeudamiento en el que están sumidos los profesionales del sector.
En base a todo esto, un paso hacia delante que se podría dar para salvar al sector sería la concentración de la oferta. Aquí es donde entran en juego las Organizaciones de Productores de Leche que están compuestas por ganaderos y ganaderas, figura reconocida por el Ministerio y que se basa en reunir el mayor número de kilos posible para obtener una serie de beneficios, entre los que está el poder negociar el precio por el volumen conjunto que maneja la OPL de manera que se pueda obtener un margen razonable para el productor.
En muchas ocasiones me sorprende hablar con ganaderos que siguen manteniendo la actividad a pesar de que son conscientes de que están en el fondo de un túnel y no ven ni un rayo de luz al final de él. Ellos siguen produciendo leche porque les cuesta mucho (en el sentido más romántico) abandonar una actividad en la que han invertido mucho tiempo y mucho dinero; pero ya no hay ilusión; no tienen esperanza; no recomiendan a nadie que se dedique a este sector y ni mucho menos a sus hijos, los jóvenes, que son el futuro y representan el tan necesario relevo generacional; están hartos. Y todos se preguntan: “¿es que nuestro trabajo no tiene valor? ¿Qué va a pasar cuando todos abandonemos la producción de leche?¿traerán la leche de fuera? Pues que la traigan, será entonces cuando se nos eche de menos y de nada servirá tomar medidas, porque cuando se pudo hacer algo se nos dejó caer al precipicio”.
Normalmente los padres están orgullosos de poder ser un ejemplo para sus hijos, hay jóvenes que sueñan con ser médicos como sus padres o ingenieros o periodistas. ¿Pero ganaderos? Al fin y al cabo, dada como está la situación sería otro disgusto más para el profesional del sector. Es fundamental cambiar esto. Llegará el día en que un padre diga con orgullo a su hijo: “Sí hijo, yo soy ganadero, soy feliz porque puedo vivir de lo que me gusta, que además es una actividad fundamental para la sociedad porque produzco alimentos. Si tú quieres, me encantaría que también te dedicaras a esto, con tu espíritu emprendedor y con la formación que tenéis hoy en día los jóvenes seguro que te conviertes en un gran profesional y harás de esta actividad la forma de ganaros la vida tú y tu familia”. Tiene que llegar ese día.