lunes, 22 de febrero de 2016
El Foro Nacional de Desarrollo Rural frente al reto del relevo generacional
Dentro del marco de la FIMA 2016, la feria agrícola más importante del año que se celebró la semana pasada en Zaragoza, se ha reunido el Foro Nacional de Desarrollo Rural. En dicho espacio han debatido sobre el futuro sus protagonistas, agricultores y ganaderos jóvenes. Es por ello que el programa radiofónico de EsRadio sobre información agroalimentaria, 'En Clave Rural', ha reunido a jóvenes líderes del campo de diferentes tendencias para charlar sobre los temas que se han tratado dentro del Foro. En esa charla ha participado Ricardo Bayo, presidente de UPA Joven. Aquí os dejamos el programa completo en el que podréis escuchar las intervenciones de estos líderes a partir del minuto 28'.
Junto a Bayo, han participado en este espacio Toño Romé, de las Juventudes Agrarias de COAG, y Paola del Castilla, presidenta de Asaja Joven.
Cómo rejuvenecer el campo en diez pasos
Nuestro presidente, Ricardo Bayo, ha explicado a El Economista nuestras propuestas para incentivar el relevo generacional entre los agricultores y ganaderos. El decálogo de medidas de UPA Joven ha sido publicado por este periódico en el suplemento sobre agroalimentación que edita una vez al mes, 'El Economista Agro'. Aquí os dejamos el artículo entero, que también encontrarás en el siguiente enlace a la publicación completa http://goo.gl/X8SyX2.
jueves, 4 de febrero de 2016
"El campo andaluz está envejecido: nueve agricultores de cada diez son mayores de 40 años"
En el suplemento rural de El Diario, llamado Enclave Rural, la redactora Ana Sola recoge una estadística abrumadora para el futuro del campo español: nueve de cada diez agricultores son mayores de cuarenta años. Una mala noticia que reproducimos a continuación.
El campo andaluz está envejecido: nueve agricultores de cada 10 son mayores de 40 años
Fotografía de EFE que acompaña el artículo de El Diario |
El campo andaluz está envejecido: nueve agricultores de cada 10 son mayores de 40 años
- El difícil acceso a la tierra, la escasez de ayudas y la presión fiscal son las principales trabas para el relevo generacional en el campo.
- El 70 por ciento de los agricultores sobrepasa los 50 años.
- Según el Consejo Europeo de Jóvenes Agricultores, por cada joven que se incorpora a la agricultura se generan ocho puestos de trabajos indirectos.
Se podría describir como una cuestión "iceberg", que esconde muchos más problemas de fondo de los que a simple vista se perciben. Una de las principales trabas para el relevo generacional se encuentra en el difícil acceso a la tierra. "Está cara y acceder a arrendamientos no es fácil", así lo pone de manifiesto Juan Luis Ávila, secretario general de COAG-Jaén, que insiste en que hay que buscar fórmulas para que esas personas de 65 años cedan sus tierras.
Antes, dentro de la Política Agraria Común (PAC), se incluían ayudas para el cese anticipado agrario para personas entre 55 y 65 años, que cediesen sus explotaciones a favor de menores de 50. Pero con la nueva reforma ni siquiera se contemplan; han desaparecido.
Se da la paradoja de que gran parte de esos propietarios agrícolas llegan al final de su vida con pensiones de 600 euros y se ven abocados a llevar las tierras para complementar ingresos. O aquellos que para no perder parte de su pensión ponen la tierra a nombre de los hijos, aunque sólo de forma administrativa, y siguen estando al frente de las explotaciones. Este hecho tiene consecuencias que van más allá. La edad de sus propietarios, con una mentalidad en su gran mayoría más conservadora en las inversiones, conlleva recelos a la innovación, a las mejoras y la modernización de las instalaciones.
Una tierra cara y de difícil acceso
Acceder a la tierra no es tarea fácil, ni barata. Sólo se puede hacer a través de la compra, el arrendamiento o por herencia o donación. Además, si se quiere tener derecho a ayudas se exige un mínimo de trabajo efectuado medido en UTA (Unidad de Trabajo Agrario) por una persona dedicada a tiempo completo durante un año de actividad agraria.
En el caso del olivar, el sistema agrario más extenso de Andalucía que ocupa el 25% de la Superficie Agraria Útil (SAU) y el 42% de las explotaciones, una UTA en secano de sierra es de 17 hectáreas. Si el precio de media de una hectárea en 2014 (según la Encuesta de Precios de la Tierra publicada recientemente por el Ministerio de Agricultura) era de 18.487 euros, la inversión mínima de media sería de unos 314.279 euros.
Si hablamos de arrendamientos, el canon anual (pago que realiza el agricultor a un propietario por el uso de parte de sus tierras) en 2014 era 287,6 euros de media la hectárea, unos 4.889 euros, si son 17 hectáreas. Altos precios, contando siempre que se pueda acceder a esas tierras.
La tercera vía sería a través de la herencia. Aquí el principal obstáculo, además de tener alguien de quien heredar, es el impuesto de sucesiones, que para un terreno de media con las condiciones antes requeridas sería de un 12 por ciento aproximadamente. Como consecuencia, se está produciendo un "alarmante nivel de renuncias a herencias", según explica el técnico de Asaja, Sebastián Gasco. De hecho, según las estadísticas del Consejo General del Notariado, durante los tres primeros trimestres de 2015 se produjeron en Andalucía un total de 4.995 renuncias de herencias en general, frente a las 1.780 renuncias durante el mismo periodo de 2011.
Lo mismo ocurriría en el sector ganadero, donde los animales no son baratos. Para contar con una UTA en vacuno se necesitan 50 cabezas de vacas reproductoras, 70 cabezas si son de carne y en caprino 300 cabezas.
Ayudas para la primera instalación de los jóvenes
Aún así, la demanda de jóvenes andaluces que quieren convertirse en empresarios agrarios es alta. En la última convocatoria de ayudas para la primera instalación de jóvenes agricultores realizada en junio de 2015 se presentaron un total de 2.858 peticiones, más de mil de la provincia de Jaén. Aunque, sólo 1.564 cumplían los requisitos de acuerdo con los controles administrativos reglamentarios, según explicaba la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortíz el 19 de enero.
Estas ayudas, incluidas en el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020 y cofinanciadas al 90% por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, se dirigen a agricultores de entre 18 y 41 años de edad en el momento de la solicitud.
En un primer momento, contaban con un presupuesto de 20 millones de euros, lo que apenas hubiera dado para unos 300 expedientes, pero las protestas de las organizaciones agrarias consiguieron arrancar un compromiso de ampliación presupuestario que se ha materializado en un montante de 90 millones de euros, lo que permitirá atender casi 1.600 solicitudes, con un importe medio de 60.000 euros por ayuda, cubriendo más de la mitad del objetivo previsto para todo el periodo 2014-2020, durante el que se pretende incentivar a 2.584 jóvenes.
Entre los solicitantes hay una gran mayoría de hombres, el 73%. De las peticiones, un 68,49% son para instalarse en el sector agrícola y un 31,51% en el ganadero. El 55% de las ayudas previstas corresponde a cultivos intensivos de invernadero, principalmente en la provincia de Almería; olivar, mayoritariamente en Jaén, y cultivos permanentes, sobre todo en Córdoba.
Por provincias, Jaén es la que cuenta con más número de solicitudes admitidas en la primera fase (297). Le siguen Almería (252), Granada (237), Córdoba (210), Sevilla (202), Huelva (174), Málaga (112) y Cádiz (80).
El problema de estas ayudas, según las organizaciones agrarias, es que se convocan cada cierto tiempo, las anteriores fueron en 2011 y 2013 y las resoluciones se demoran. De hecho, todavía no se ha publicado la propuesta provisional de resolución de los expedientes de 2015 y después se tendrá que abrir un periodo de alegaciones. Desde Asaja piden que estas ayudas se publiquen todos los años por norma, en un calendario fijo y detallado convenientemente.
Las líneas de ayudas de la PAC son complejas de gestionar
Los jóvenes agricultores pueden recibir además en el marco de la PAC derechos de la Reserva Nacional, y el Pago para Jóvenes Agricultores, que se concede por un máximo de 5 años a partir del año de la instalación. Es un pago complementario a la ayuda recibida a través de los derechos de pago básico.
Para ello, hay que tener en cuenta que uno de los requisitos para acceder a esas ayudas de la PAC para jóvenes agricultores es contar con un expediente favorable de concesión de la ayuda de primera instalación en el ámbito de un Programa de Desarrollo Rural. Esas ayudas que la Junta convocó en verano de 2015 y para las que todavía no hay una respuesta definitiva, por lo que los jóvenes no pudieron solicitar las ayudas de la PAC el pasado año.
Por tanto ayudas las hay, "el problema es que todas esas líneas son complejas de gestionar, no se dan facilidades y cuesta la propia vida que salgan".
No hay subvenciones fueras de las establecidas en la PAC, ya que hay que tener en cuenta que la política agrícola es uno de los ámbitos en los que los países de la UE aceptaron centralizar plenamente sus competencias, además de la financiación pública necesaria. Por lo tanto, las decisiones y las ayudas no están en manos de cada país, sino que son responsabilidad de la UE en su conjunto.
Una sociedad en la que se habla mucho y se hace poco
Para la consejera de Agricultura el relevo generacional no es sólo la jubilación de las personas mayores sino un impulso a la modernización de las explotaciones y a la innovación en el campo. Además, insiste en la capacidad de generar empleo de los jóvenes, tomando los datos del Consejo Europeo de Jóvenes Agricultores, que señalan que por cada joven que se incorpora a la agricultura se generan 8 puestos de trabajos indirectos.
El problema es el cómo. Juan Luis Ávila se queja de falta de sensibilidad política. Considera que en la sociedad se habla mucho y se hace poco. "Todos hablan, principalmente en política, del relevo generacional y nadie lo ha aplicado. Ni los viejos ni los nuevos hablan del campo y cuando a nivel político llega lo que realmente está sucediendo se echan las manos a la cabeza".
Las dificultades para un relevo generacional real generan mucha preocupación, ya que además "hay tierras y situaciones en determinadas zonas" que pueden llegar a ser abandonadas, porque el sector agrario, de bajos rendimientos y beneficios a largo plazo que nunca están asegurados, se enfrenta además a una alta fiscalidad y un aumento de los costes de producción.
Entre las propuestas concretas, Sebastián Gasco, apuesta, además de por un calendario más ágil de ayudas, que se actualicen los cálculos para la UTA, que haya ayudas en los cultivos en función de la pendiente del terreno o la supresión del impuesto de sucesiones para transmisión de explotaciones.
En un momento en el que cada vez más aumenta el número de países que buscan escenarios para asegurarse sus producciones y tener soberanía agroalimentaria para abastecer a la población, parece que para la UE esto no es una prioridad, según algunas organizaciones agrarias. Además, consideran que Andalucía, tercera región de la UE con mayor número de habitantes, no puede estar mirando lo que hacen otras comunidades sino ser referente.
Puedes encontrar este artículo en el enlace http://www.eldiario.es/andalucia/enclave_rural/agricultura_y_pesca/andaluz-envejecido-Solo-agricultores-menor_0_477702314.html
miércoles, 3 de febrero de 2016
El sistema de becas al estudio excluye a los hijos de agricultores y ganaderos
UPA Joven denuncia que los umbrales de patrimonio previstos para obtener una beca “no tienen en cuenta las singularidades del sector agrario” y "excluye sin excepción a los hijos de los profesionales del campo". La organización agraria considera esto “un agravante más” a las trabas que tienen de por sí los jóvenes rurales para estudiar, como la obligación de irse de sus pueblos. Para que el concurso para obtener una beca “siga criterios de justicia universal”, UPA Joven ha propuesto una serie de medidas y enviado una carta al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, solicitando que su Subsecretaría interceda por los jóvenes rurales y coordine una mesa de trabajo en la que esté el sector y el Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte.
La rama joven de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha acusado de “injusto” el sistema de becas al estudio porque los umbrales de patrimonio para obtener las becas no tienen en cuenta la realidad del medio rural y "marginan a los hijos de los profesionales del campo”. Se trata de "una vieja problemática", se lamentan en UPA Joven, pero advierten de "que se está viendo agravada por la revisión catastral". Por eso, su secretario general, Lorenzo Ramos, ha enviado hoy una carta al subsecretario del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, Jaime Haddad Sánchez de Cueto. Ramos ha solicitado a Haddad que su Subsecretaría constituya "a la mayor brevedad posible" y coordine un grupo de trabajo en el que esté el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y el sector.
En UPA Joven insisten en que estos umbrales no sólo dificultan
"enormemente" el acceso a las becas a los jóvenes que viven en el
medio rural, sino que se lo "impiden de forma tajante" a aquellos que
son hijos de agricultores y ganaderos profesionales. Dicen que a estos últimos
"no les deja ni una oportunidad", ya que los límites máximos de
patrimonio para obtener una beca están por debajo de los límites mínimos para
incorporarse a la actividad agraria. Y añaden que "el sistema deniega
automáticamente la adjudicación de la beca si el patrimonio de la unidad
familiar supera los umbrales de la convocatoria, sin tener en cuenta para nada
la renta familiar".
En la organización agraria explican que estos umbrales
producen ejemplos como que “las familias que tienen naves ganaderas o agrícolas
situadas en el casco urbano se considere que tienen fincas urbanas y computan
igual que una segunda vivienda”. “En secano”, añaden, “con unas 40 hectáreas ya
serías excluido de las becas y en regadío a partir de 16 hectáreas, 8 hectáreas
si se trata de un regadío de leñosos, como olivar o viñedo”.
"Sin embargo, con fincas de estas superficies no se
puede vivir", dicen en UPA Joven. Explican que, para una incorporación a la
actividad agraria se exigen, como mínimo de media (depende del tipo de cultivo
y la zona de España), de 90 a 110 has. en secano, de 20 a 35 has. de regadío y
de 12 a 18 has. de leñosos. Además, si la nave agrícola o ganadera está en
suelo rústico, su valor catastral computará en este punto y no como suelo
urbano.
Pero no termina ahí la discriminación, UPA Joven advierte que
“respecto al requisito del rendimiento de las actividades económicas ocurre que,
según los años y el sector, con ingresos superiores al límite establecido se
puede tener unos ingresos netos incluso negativos”. “En otras ocasiones”,
añaden, “con ingresos brutos inferiores se puede llegar a unos ingresos netos
elevados que justifiquen el quedarse fuera de los beneficiarios de las becas”.
Para superar esta “injusticia”, UPA Joven propone adecuar los
umbrales a la realidad de la actividad agrícola y ganadera, de tal forma que se
diferencie entre aquellos que tienen fincas, construcciones rurales o urbanas y
que las utilizan como medio de producción para desarrollar una actividad
agraria de aquellos que tienen estos elementos patrimoniales sin más.
La organización agraria también propone que se elimine el
límite de volumen de negocio para los agricultores y ganaderos, y que se
atienda al elemento más objetivo a la hora de valorar los ingresos realmente
disponibles: la renta de la unidad familiar.
En la organización agraria recuerdan que este “injusto”
sistema de becas “viene a aumentar el maltrato que los jóvenes rurales ya
sufren de por sí”. Explican que “el acceso a la educación es un derecho
impedido, lamentablemente en muchas ocasiones, por la situación económica”.
Este obstáculo económico es mayor para los estudiantes procedentes del medio
rural, dicen, porque están obligados a trasladarse a las ciudades. Además de
este hándicap, denuncian que “la crisis ha hecho que el número de becas
concedidas haya descendido considerablemente”, por lo que se unen al resto de
voces que “claman por considerar la educación como una política fundamente que
debe estar convenientemente dotada de presupuesto”. Por si fuera poco, dicen en
UPA Joven, no tienen acceso a este “pequeño número de becas”.
UMBRALES PATRIMONIALES
ABSURDOS. A continuación se recogen los
umbrales patrimoniales que regulan la asignación de becas públicas al estudio,
calificados como “absurdos” para la realidad del campo, según UPA Joven:
1. Fincas urbanas. La
suma de los valores catastrales de las fincas urbanas que pertenezcan a los
miembros computables de la familia, excluida la vivienda habitual, no puede
superar los 42.900 €.
2. Fincas rústicas. La
suma de los valores catastrales de las fincas rústicas pertenecientes a los
miembros computables de la familia, dividido entre el número de miembros de la
unidad familiar, no puede superar los 13.130 € por cada miembro computable.
3. Rendimientos del capital mobiliario e incrementos
patrimoniales. La suma de todos los
rendimientos netos reducidos del capital mobiliario más el saldo neto positivo
de todas las ganancias y pérdidas patrimoniales pertenecientes a los miembros
computables de la familia, excluyendo las subvenciones recibidas para la
adquisición o rehabilitación de la vivienda habitual y, en su caso, la renta
básica de emancipación, no podrá superar los 1.700,00 €.
4. Límite patrimonial conjunto. Cuando se tiene varios elementos patrimoniales de los
vistos anteriormente (es decir, fincas urbanas, rústicas o rendimientos del
capital), e individualmente no supera los límites anteriores, se calculará el
porcentaje de valor de cada elemento respecto del umbral correspondiente y se
denegará la beca cuando la suma de los referidos porcentajes supere el valor
cien.
5. Rendimientos de actividades económicas. Por último, debemos indicar otro límite, y es que también
se denegará la beca cuando se compruebe que la suma de los ingresos que se
indican a continuación obtenida por los miembros computables de la familia
supere la cantidad de 155.500 euros:
·
Ingresos procedentes de
actividades económicas en estimación directa o en estimación objetiva.
·
Ingresos procedentes de
una participación del conjunto de los miembros computables igual o superior al
cincuenta por ciento en actividades económicas desarrolladas a través de
entidades sin personalidad jurídica o cualquier otra clase de entidad jurídica,
una vez aplicado a los ingresos totales de las actividades el porcentaje de
participación en las mismas.
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